La minera canadiense quiere recuperar su proyecto que fue revocado en el 2011 por el gobierno de Alan García. Corani logró su aprobación ambiental, pero solo significa un incentivo para destrabar su mina principal.
Reuters.- Bear Creek Mining
logró la aprobación ambiental para su mina Corani en Perú, pero el
desarrollo del gran proyecto de plata podría mantenerse en suspenso por
ahora, anunció su presidente ejecutivo, Andrew Swarthout.
La máxima prioridad de la firma canadiense todavía es recuperar los derechos de minería de Santa Ana, su otro proyecto de plata en Perú, informó a la agencia Reuters.
Bear Creek estaba por terminar la construcción de Santa Ana en el 2011, cuando una ola de protestas llevó al Gobierno peruano a revocar la autorización de la compañía para operar en el área.
Desde entonces, Bear Creek ha amenazado con accionar legalmente contra el Gobierno por ese asunto.
“Estamos trabajando muy duro, ahora que Corani está en un camino seguro, para recuperar Santa Ana”, dijo Swarthout, a lo que agregó que espera saber antes de fin de año si será posible una resolución al conflicto.
Santa Ana a toda costa
Horas antes, Swarthout dijo a delegados en el Denver Gold Forum en Colorado que el triunfo en Corani le dio más optimismo a la compañía respecto a la posibilidad de recuperar los derechos para desarrollar Santa Ana.
Originalmente, Bear Creek planeaba construir primero el proyecto Santa Ana -de menor tamaño y costos más bajos-, y utilizar los flujos de caja de esa mina para financiar el desarrollo de Corani, que será una mina mucho más grande.
Sin los flujos de dinero de Santa Ana, la compañía tendrá que acudir a los mercados de capital para financiar Corani, una opción poco atractiva en el mercado actual, sobre todo con el precio de las acciones de la compañía devaluado.
“No es el momento para financiarlo”, dijo Swarthout. “Especialmente cuando existe una posibilidad, y una buena, de recuperar Santa Ana”, agregó.
La máxima prioridad de la firma canadiense todavía es recuperar los derechos de minería de Santa Ana, su otro proyecto de plata en Perú, informó a la agencia Reuters.
Bear Creek estaba por terminar la construcción de Santa Ana en el 2011, cuando una ola de protestas llevó al Gobierno peruano a revocar la autorización de la compañía para operar en el área.
Desde entonces, Bear Creek ha amenazado con accionar legalmente contra el Gobierno por ese asunto.
“Estamos trabajando muy duro, ahora que Corani está en un camino seguro, para recuperar Santa Ana”, dijo Swarthout, a lo que agregó que espera saber antes de fin de año si será posible una resolución al conflicto.
Santa Ana a toda costa
Horas antes, Swarthout dijo a delegados en el Denver Gold Forum en Colorado que el triunfo en Corani le dio más optimismo a la compañía respecto a la posibilidad de recuperar los derechos para desarrollar Santa Ana.
Originalmente, Bear Creek planeaba construir primero el proyecto Santa Ana -de menor tamaño y costos más bajos-, y utilizar los flujos de caja de esa mina para financiar el desarrollo de Corani, que será una mina mucho más grande.
Sin los flujos de dinero de Santa Ana, la compañía tendrá que acudir a los mercados de capital para financiar Corani, una opción poco atractiva en el mercado actual, sobre todo con el precio de las acciones de la compañía devaluado.
“No es el momento para financiarlo”, dijo Swarthout. “Especialmente cuando existe una posibilidad, y una buena, de recuperar Santa Ana”, agregó.
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